Una explotación lechera familiar situada en el corazón de Wisconsin ha asegurado el futuro de su negocio gracias a la transición al cruce de razas y al ordeño robotizado.
Gestionar un rebaño lechero de tamaño medio en el vasto e intensivo panorama agrícola estadounidense puede parecer ir a contracorriente, pero una granja estadounidense está demostrando que ser más pequeño no significa ser menos progresista.
Dornacker Prairies es una explotación lechera de 360 vacas en Wisconsin dirigida por Allen Dornacker, granjero de quinta generación, y su esposa, Nancy, en colaboración con los padres de Allen, Ralph y Arlene.
Al igual que un número cada vez mayor de granjas, en 2018, los Dornacker pasaron al ordeño robotizado, instalando tres robots Lely A5 dentro de un cobertizo construido expresamente para ese fin.
El tamaño es realmente típico en Estados Unidos, donde la explotación lechera media ordeña 350 vacas.
El estado de Wisconsin ocupa el segundo lugar, solo por detrás de California, en producción de leche, con más de un millón de vacas ordeñadas en 6500 granjas.
A diferencia de las granjas lecheras californianas, que dependen en gran medida de la importación de piensos desde el cinturón del maíz del Medio Oeste, el clima de Wisconsin permite a los productores cultivar la mayor parte de sus propios piensos.
Los Dornacker cultivan más de 405 hectáreas, de las cuales 154 son de su propiedad y el resto son alquiladas, lo que les permite ser autosuficientes en un 90% del propio consumo de piensos. Cultivan 89 ha de soja, 113 ha de alfalfa, 146 ha de maíz y 61 ha de trigo de invierno.
En 2022, ampliaron sus instalaciones e instalaron tres robots más para sustituir su tradicional sala de ordeño en espina de pescado, seis por lado.
La instalación tiene capacidad para hasta nueve robots, lo que garantiza el futuro del negocio para los cuatro hijos de la pareja: Kate (17), Jack (15), Adam (14) y Anna (12).
Como parte de la ampliación, se aumentó el almacenamiento de purines para albergar los residuos de un año.
El compostaje del estiércol y su incorporación a los cultivos de cobertura verde ha reducido las necesidades de nitrógeno en un 80% y ha disminuido la dependencia de los fungicidas.
La empresa cuenta con cuatro empleados a tiempo completo y cuatro a tiempo parcial en sus explotaciones lecheras, agrícolas y ganaderas, y también cría terneros lecheros cruzados con vacas de carne.