El ProCROSS mejora la salud y la fertilidad en un hato lechero Estadounidense

Después de que su procesador de leche fluida les avisara que dejaria de comprarles, Kelly y Christy encontraron un nuevo destino para su leche con un productor de queso. Esto se convirtió en el catalizador para que comenzaran el cruzamiento en búsqueda de componentes más altos.

Las vacas se alojan en cobertizos con cubiculos y arena, y el 65 % de las vacas, animales de primera y segunda lactancia, se ordeñan tres veces al día en una sala de ordeño BouMatic doble de 30/60. Se trata de un ordeño “máximo” de 305-310 vacas/hora y solo se apaga para dos lavados diarios, que tardan 40 minutos cada vez.

Los Cunninghams poseen 1100 acres y cultivan exclusivamente maíz. Sin embargo, utilizan cultivos invernales de avena sin labranza para alcanzar rendimientos de 24 toneladas por acre. El ensilado de maíz constituye la mayor parte de la ración de ordeño junto con la alfalfa comprada, la harina de soja, el grano de maíz y las semillas de algodón.

Su leche se vende a Productores de Leche Asociados en Minnesota. Actualmente, el precio es de 39 p/litro, pero el transporte es su tercer costo más alto, con 2 p/litro, después del alimento y la mano de obra.

A diferencia de la mayoría de los rebaños de partos durante todo el año, Kelly no utiliza la tasa de preñez como medida del éxito. En su lugar, prefiere centrarse en dos KPI: el porcentaje de vacas que se inseminan antes de los 150 días y el número de vacas no inseminadas a los 100 días.

"Quiero tener menos de 20 vacas al mes sin inseminar a los 100 días y un 85 % de mis vacas preñadas a los 150 días. Por lo tanto, quiero que el 50 % de mis vacas queden preñadas en el momento seleccionado o unos pocos días más. En promedio, puedo llegar a eso. "En los meses más cálidos, me quedo un poco por debajo de mi objetivo," explica.

Kelly también está yendo a contracorriente en cuanto al uso generalizado de hormonas. Aunque dijo que muchos agricultores estadounidenses utilizan detección electrónica de celo y doble sincronización de ovulación como prácticas de reproducción estándar, él sigue marcando las vacas y no interviene con la sincronización de celos a menos que las vacas no estén preñadas después de 100 días en lactancia (DIM).

“Quiero que una vaca entre en celo por sí sola, número uno. Número dos, tenemos tanto éxito reproductivo con ProCROSS que no me preocupa si ella tarda un poco más en dar leche," dice.

Los Cunningham están a punto de inseminar todas las vacas con carne en un futuro no muy lejano si pueden reducir la tasa de sacrificio al 20 %. Entonces, los remplazos para las vacas vendran exclusivamente de vaquillas vírgenes.

Esto le permitirá capitalizar los fuertes precios de la carne de vacuno. De hecho, dice que las ventas de terneros de carne, junto con las ventas de vacas de descarte y la cobertura de precios de la leche, ahora representan el 40 % del ingreso total.

Su lote más reciente de 8000 terneros se vendió con 308 kg. El costo de criarlos fue $930 y obtuvieron un beneficio de más de $1000 por cabeza. “Con ProCROSS, podemos lograr una mayor musculatura en el cuarto trasero, más cerca de la de un animal de carne," afirma.

Kelly cree que el futuro de la industria lechera en EE.UU. es brillante y acaba de invertir en una tercera unidad. “Estoy buscando más vacas ahora mismo y estoy evaluando la posibilidad de invertir en una cuarta lechería”, concluye sonriendo.

En la imagen: ProCROSS vaca, hija de VH Neptune, del rebaño Skråmered de Anders Nilsson, en Suecia.